violraviol

Amaneció primavera y el sol entra por las ventanas e ilumina la habitación. Fulanita se levanta temprano y desayuna con un vaso de leche y fruta fresca. Sale a la calle con paso apresurado, generado por las ansias de encontrarse con nuevos colores. Elige varias telas repletas de flores perfumadas y una cuadrillé roja y blanca. Cintas, botones y pasamanerías.
En el taller, con una sonrisa amplia y verdadera y con la ayuda de su aguja mágica, une retazos sin cesar. Empiezan a aparecer volados y bolsillos por todos lados. Delantales, manteles y bolsas danzan alrededor de la sala.
Sus manos no se detienen y hacen. Hacen cosas todo el tiempo para que lo cotidiano sea más bello.
Fulanita ya descubrió la respuesta de la adivinanza; sabe muy bien que su esmero es su granito de arena para poder habitar un mundo mejor.

Esta semana recibí muy lindas letras, entre ellas un cuento de mi gran amiga Sol inspirado en violraviol.